SOBRE EL TLC CON EE.UU.

Los Tratados de Libre Comercio entre Estados Unidos y economías en vías de desarrollo han sido nefastos para estas últimas. El caso mexicano es patético. De nada ha servido para las grandes mayorías expoliadas en la pobreza y hasta la tortilla mexicana llegó a escasear. Economías asimétricas jamás van a competir en plano de igualdad, no hay comercio justo, por el contrario, el pez grande se come al chico. USA jamás acepta el libre flujo de trabajadores, sino por el contrario, los restringe. Posee un sistema de subsidio al sector agropecuario que nuestros países latinoamericanos no tienen. En Colombia el uribismo se lo robó o se lo entregó a los ricos y a una reina de belleza. Los gremios populares de campesinos no han sido consultados y alguna vez hicimos encuestas con los labriegos y fue derrotada estruendosamente la propuesta de firmar el TLC. Además, son selectivos los gringos y sólo escogen algunas piezas del pollo y llegaron a proponer la reventa de ropa interior usada para los colombianos, lo cual fue motivo de indignación nacional. Sin embargo, los gobiernos neoliberales persisten en esta política errónea, que favorece al Imperio del Norte y a los monopolios privados de Colombia, no al pueblo. Ojalá se hunda en el Congreso norteamericano. Hay que ver al Embajador colombiano en USA haciendo lobby para perjudicar al pueblo, con el apoyo de Santos por supuesto. La salida son acuerdos sur-sur por medio de tratados equitativos de comercio justo.