LA DERECHIZACIÓN ESPAÑOLA

El triunfo del PP en las elecciones del 22-M tiene varias lecturas. Considero que la debacle del PSOE se debe a que en su segundo mandato prefirió jugársela con la patronal y los banqueros, antes que con las bases populares. Eso le costó el castigo en las urnas, pues generalmente el votante de izquierda desilusionado prefiere abstenerse, con lo cual le queda abierto el camino a la derecha, cuyo votante es más disciplinado. El PP realmente no es que haya subido, pero sí cayó estruendosamente el PSOE, y las demás fuerzas son bastante lejanas del bipartidismo existente, situación protestada por el movimiento del 15-M. Las fuertes cifras del paro y la falta de una política seria que afronte la crisis con reformas estructurales en contra de los culpables de la crisis, hizo que el PSOE se desdibujara por completo. El PP no va a arreglar la crisis, por el contrario la profundizará, pues la derecha lo que busca es privatizar, recortar, afectar derechos sociales. El Psoe sigue en sus luchas intestinas como me lo ha comentado mi amiga y hasta hace poco diputada Yolanda Villavicencio, la cual fue "purgada" por Tomás Gómez por apoyar en las primarias una candidatura distinta. La elección sempiterna de verdaderos caciques hace que cuestionemos el sistema representativo. Pedro Castro, por ejemplo, llevaba 30 años de alcalde en Getafe (ciudad antiguamente "roja"). Pérez Rubalcaba será el candidato que pierda las elecciones generales del año entrante frente a Rajoy del PP, ambos líderes sin carisma y totalmente provenientes de las maquinarias de sus respectivos partidos. Lamentablemente es muy difícil en la real politik española esperar algo por fuera de este esquema. Ojalá el Movimiento del 15-M generara una nueva luz de esperanza. Por lo demás, valoro la actitud coherente de Izquierda Unida que permaneció fiel a sus postulados y cuestionó las políticas neoliberales del Gobierno y de su principal opositor.    Sin embargo, las urnas no fueron lo suficientemente generoso con esta agrupación. Algo falta.