LLAMAMIENTO A JUICIO POR ASESINATOS EN ECUADOR

Importantes cabezas militares y policiales del Gobierno Uribe, y ahora del Gobierno Santos, han sido llamados a juicio por la Sala Única de la Corte de Sucumbios del Ecuador, como consecuencia de la Operación Fenix donde se violo descaradamente la soberanía del Ecuador por parte del Gobierno de Colombia en 2008 y se mato a 26 personas, incluyendo guerrilleros de las FARC y a ciudadanos de otras nacionalidades, y el ecuatoriano Franklin Aisaya. Santos dijo que el fue quien ordeno la operación, o sea que el también deberia responder, según eso, pero merced a diversas razones no esta procesado. Es evidente que se cometió un hecho ilícito internacional por parte del Gobierno de Colombia al invadir y bombardear Ecuador, bajo cualquier justificación, sin su autorización expresa, y lo peor, Uribe le mintió a Correa cuando le dijo que habían sido abatidos bajo la figura militar de persecución en caliente, lo cual es falso. La Canciller, que esta muy ponderada por el establecimiento, dijo que se trato de un acto de legitima defensa contra el terrorismo, lo cual no tiene ni pies ni cabeza. Lo grave es que dos de los militares implicados son Embajadores  de Santos y eventualmente pueden ser requeridos con auto de detención internacional de Interpol, sin que ningún tipo de fuero les sea esgrimido en razón a que se trata de un crimen internacional. En este sentido, se demuestra la independencia de la rama judicial ecuatoriana que independientemente de las relaciones restablecidas entre Ecuador y Colombia, demuestra que los crímenes no pueden quedar impunes. Angelino el vicepresidente fue errático al afirmar la obligación del Estado en la defensa de los militares implicados, pues para ello deben pagar de sus bolsillos el proceso, los colombianos no deberíamos pagar con nuestros impuestos semejante atropello al Derecho Internacional Publico. No se por que el Gobierno sigue premiando a ciertos sujetos involucrados en crímenes internacionales, por lo menos como imputados, en nuestras representaciones diplomáticas ante distintos países. He insistido en crear un autentica carrera diplomática donde se llegue allí por méritos y no por palanca ni mucho menos por crímenes de lesa humanidad, como al parecer lo dice el Tribunal de Sucumbios.