SE "DESBERLUSCONIZA" ITALIA?. EL FIN JUSTIFICA LOS MIEDOS.

Siempre me ha inquietado la política Italiana. Parece como si la economía marchara por un lado y la política por otro. Claro que no es así. Hay ligazones. En mi reciente viaje a la bota itálica preguntaba por qué votaban Berlusconi y ello obedece a su poder mediático, por una parte, y por otra al descintento con la oposición -una socialdemocracia descafeinada- y al apoyo de la Liga Norte y otros sectores derechistas. Berlusconi es una especie de bufón de la política. Vive burlándose del pueblo y de la vida. Tiene el dinero para hacerlo y lo enrostra cínicamente. El sistema lo acoge y patrocina. Pero el cálculo en esta ocasión le ha fallado. El pueblo italiano multitudinariamente ha rechazado en referéndum las propuestas berlusconianas: no a las plantas nucleares, no a la privatización del agua y altas tarifas, no al blindaje impune de Berlusconi ante los tribunales por los delitos cometidos. Fukushima está presente. El neoliberalismo en crisis como concepto y práctica. La ley es para todos (Berlusconi le echaba la culpa de sus desgracias a los jueces/as de Milán). La tierra de Bobbio se ha despertado con casi 30 millones de sufragios contra el continuismo embaucador del bunga-bunga, retrato contemporáneo de los Borgia. Maquiavelo diría hoy que el fin justifica los miedos.