GOBERNANZA Y ETICA

Se ha desatado una fuerte controversia a raíz de las declaraciones del secretario de Gobierno de Bogotá Antonio Navarro Wolff, que también fue guerrillero del M 19 reinsertado, como Petro. Él ha sido alcalde de Pasto y Gobernador de Nariño, su tierra natal. Ha sido uno de los mejores mandatarios en la historia. Sin embargo, no ha tenido empacho en manifestar que las coaliciones de gobierno se hacen ofreciendo puestos a los otros partidos, para garantizar la gobernabilidad. En su pragmatismo (que en su terruño le dio réditos), resulta evidente su gesto de sinceridad, el cual validamos. El Partido Verde ha reaccionado diciendo que sólo le ofreció un puesto "verde": la Dirección del Jardín Botánico y que no participará del Gobierno. No sé si querían más, o que lo que desean es hacer protagonismo a cara de la opinión que rechaza estos acuerdos burocráticos, pues venimos de muchos años de sin sabores. También tiene razón Navarro que cuando él lo propone se le viene el mundo encima, y cuando lo hace y lo ejecuta Santos, es permisible. parece como si la derecha tuviera patente de corso para hacer lo que se le de la gana en materia de acuerdos políticos y a la izquierda la castiguen por pactar para gobernar. La expresidenta del Concejo de Bogotá, unsa eximia y redomada clientelista, ha defendido los acuerdos sobre la mesa, criticando los pasados que se hicieron por debajo y dejaron "embarcado" al alcalde preso y sin ayuda de sus coaligados (que eran principalmente uribistas). El partido Verde tampoco es que sea un dechado de virtudes, donde tiene o ha tenido el poder (como en Boyacá, ha practicado el clientelismo, o si no miren a Rozo Millán el Gobernador Verde con quién gobernó si no fue con el conservatismo más rancio y atrasado?O haber recibido el apoyo de Uribe para Peñalosa, que lo terminó de quemar?). Lo curioso es que Petro no de "unta" sino que deja a Navarro hacer el "trabajo sucio" (no Lucio). Creo que en estas prácticas hay que recordar que una cosa es la ética y otra las componendas politiqueras. Se puede gobernar éticamente sin perder el horizonte de la eficiencia. Es preferible perder las mayorías, que los principios. El sistema presidencialista que hay en Colombia permite que quien tiene el ejecutivo tenga un amplio margen de maniobra que no tiene en el sistema parlamentario. Alvarez Cascos acaba de convocar elecciones en Asturias porque una alianza contra natura entre el PP y el PSOE no le ha votado los presupuestos. Por ello, al estar en minoría, no puede gobernar y entonces disuelve el parlamento asturiano para buscar una nueva correlación de fuerzas que le sea favorable, y en la cual de pronto puede perder. En Colombia es distinto, el alcalde puede dictar por decreto el presupuesto si el Concejo no se lo aprueba. Sé que ello entraña dificultades políticas a la hora de los acuerdos, pero es preferible responderle al electorado en ese sentido, que entregar puestos. Lo otros son los acuerdos programáticos, sin necesidad de pactar puestos, y consiste en llegar a acuerdos sobre lo fundamental para la buena marcha de la Administración. Sería lo deseable, pero entre humanos estamos (más si son políticos de carrera)...La ética pública es la asunción de responsabilidades frente a la res pública y ello implica no negociar puestos, ni mucho menos contratos, por muy doloroso que sea. Ahora bien, si los cargos de control pasan a la oposición, magnífico! Es lo que estamos proponiendo para el Gobierno nacional, que el Polo y el Petrismo tengan la Fiscalía, Procuraduría, Contraloría y Defensoría. Así se controla más la corrupción.  Eso desde luego amerita una reforma constitucional. A Santos no le interesa que lo vigilen tanto. Ojo Navarro, ética ante todo, con ello hay la mejor gobernanza. La historia lo reconocerá.