miércoles, 18 de enero de 2012

NO A LAS CORRIDAS DE TOROS

El Alcalde Petro acaba de señalar que prohibirá las fiestas de toros en la ciudad. Me parece lo más pertinente, pues nadie racional puede aplaudir la muerte y la violación de los derechos de los animales, que están consignados en instrumentos internacionales. La discusión entre "tradición cultural" y violencia atávica cobra especial relevancia. Existen tradiciones valiosas y defendibles. Otras completamente reprobables, como la ablación del clítoris o la lapidación de mujeres adúlteras. La forma bárbara como se tortura y mata al animal, es algo completamente reprobable. Quienes gozan con este salvajismo viven en época de bárbaras naciones. Cataluña ya dio el ejemplo y nada pasó. La Corte Constitucional algo dijo, aunque tímidamente. El "capeo" o rejoneo, que consiste en jugar con el animal, a través de pases artísticos no violentos, resulta más loable, si lo que se quiere es arriesgar la vida del torero. No sé por qué se puede tener más intensidad de "gozo" con la picada, el clavo y la sangre, que con los simples pases de capa. Hay que ir superando los atavismos. Petro actuó correctamente.    

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