domingo, 11 de diciembre de 2011

PROFESOR INCAPAZ

En la Universidad Javeriana acaba de renunciar un  profesor de comunicación social porque sus alumnos no saben esribir correctamente el español. Creo que el docente comete un error al demostrar su incapacidad para enseñarles lo que debe ser su deber: a escribir  bien. No voy a entrar en la grave crisis de la enseñanza del periodismo y las dificultades que existen en las salidas de una profesión venida a menos, especialmente por la concentración de los mass media en sectores oligárquicos. Se sabe de chantajes sexuales, mordazas, condicionamientos y hasta la muerte frente a los peridistas. El caso de Holmann Morris, amenazado por Uribe, es uno de los más dicientes, por ello no recibe propaganda de Colombia sino sólo de Europa y de sectores independientes. Por ello creo que el profesor de una Universidad como la Javeriana (de la élite jesuita) se equivocó. Al tratar de echarle la culpa a sus alumnos, se la imputó él mismo, pues su deber era enseñarles a escribir correctamente, no tirar las llaves al mar, como lo hizo, haciéndose además pantalla. ¿Qué tal que Carlos Gaviria hubiera renunciado a su cátedra en la Universidad de Antioquia cuando supo que uno de sus discípulos se había vuelto de ultraderecha y para nada había asimilado sus sabios consejos? Yo también tuve la amarga experiencia con dos seudolíderes que habiendo pertenecido a la dirigencia del Polo Democrático, por un puesto vendieron su conciencia y se fueron con el uribismo. Sin embargo, no renuncié y sí les reclamé su incoherencia, que desde luego fue indefendible. Ya están arrepentidos y hasta participaron en las marchas estudiantiles antigubernamentales. Tampoco quiero pasar por alto la pésima formación en lenguaje y gramática que reciben  los egresados del bachillerato, pues leer no sólo es traducir símbolos o grafías sino interpretarlos, y escribir es mucho más. Creo que las Facultades de Educación tienen que rendir explicaciones a la comunidad. ¿Qué está pasando? Las TICS no son las culpables; el hecho de que los jóvenes utilicen lenguajes abreviados o cifrados por las redes sociales no implica que "dañen" la buena escritura. Uno puede utilizar el lunfardo y hablar perfecto castellano. (Entre otras cosas, los españoles hablan muy mal su propio idioma). Por ello hay que revisar las estructuras y prácticas pedagógicas en la enseñanza del lenguaje desde los primeros años de la infancia. La comunicación de calidad será la esencia de una buena democracia, entre otros factores.

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