LOS "FALSOS POSITIVOS"

Cada semana ya es habitual observar la condena de oficiales, suboficiales y personal de la fuerza pública colombiana en general por los mal denominados "falsos positivos", que en realidad responden técnicamente al nombre de ejecuciones extrajudiciales. Está muy bien que la justicia actúe de manera rápida y contundente en estos casos, por ser crímenes de lesa humanidad. Pero más importante es encontrar su etiología, porque a veces los árboles no dejan ver el bosque. Me refiero a las órdenes que desde el Palacio de Nariño y el Ministerio de Defensa en la era Uribe se daba a la soldadesca de obtener resultados prontos, imperiosos y casi que a cualquier coste.  Presionados por el "eficientismo" había que recurrir a estas aberraciones operativas, como tomar un campesino inocente, asesinarlo, disfrazarlo de guerrillero -a veces con ropas nuevas- y hacerlo pasar por muerto en combate. Además, la cucaña de premios era fantástica y hasta días de permiso o descanso tenían, y obviamente condecoraciones y reconocimientos en metálico. La opinión pública debe identificar en cabeza de quién recae la principal responsabilidad de cerca de tres mil ejecuciones extrajudiciales realizadas en los ocho años del anterior mandatario (autoría mediata lo denominaron para Fujimori), para que si  aún tiene esperanza de lanzarse a la alcaldía lo piense dos veces... Ya varios colectivos de abogados nacionales e internacionales están intentando acciones internacionales contra el Urabeño.