miércoles, 27 de julio de 2011

EL CARNICERO ULTRA DE NORUEGA

Hay que investigar a fondo los móviles que llevaron a Anders Behring a realizar la masacre de Noruega. El la ha justificado y dijo que "fue cruel pero necesaria".Semejantes argumentos nos llevan a pensar en que además de sicópata, hay otra gente detrás de él, pues su antimarxismo xenófobo antimusulmán, su ultraderecha radical, su militancia en el Partido del progreso de Derecha, su exacerbado cristianismo, hace pensar que hay móviles ideológicos muy fuertes que desencadenaron semejante conducta, que hace brillar de envidia a Steven Spielberg pues la realidad supera la ficción. El genocida pone la bomba en Oslo  se desplaza a una isla disfrazado de policía para dar la noticia de la bomba que él mismo puso ante la congregación de jóvenes asistentes a la reunión del Partido laborista noruego (que ostenta el Gobierno y que más bien es de centro), ejecutándolos in situ, con lo cual evidentemente planeó de manera calculada -mejor que en los filmes- su accionar criminal. El asesino de Oklahoma, así como el que siguiendo las directrices del Tea Party (con fuerte incitación de la señora Palin) disparó a la representante Cliffords en la cabeza lesionándola severamente y asesinando a varias personas, incluyendo a un magsitrado. Otro loco recientemente mató a siete en EEUU y se suicidó. En Holanda no hace mucho ocurrió lo mismo, y en EEUU son frecuentes estos tipos de homicidios (vgr. Virginia). Claro que venden armas como pan caliente. Pero un Noruego que compra fertilizantes para fabricar explosivos es motivo de preocupación. De ahí en adelante la ultraderecha deberá ser mirada con más cuidado en sus mensajes, que pueden insubordinar a estos sujetos que con alguna mediana astucia pueden crear una crisis como la de Noruega, uno de los países nórdicos donde nunca pasaba nada, hasta esta masacre. Las palabras matan, y las expresiones de xenofobia y de neonazismo expresadas por la irrupción de ultras en Europa y  EEUU dejan muchas dudas respecto a los límites éticos de su accionar político. Finla  merece una monitoría. Así ocurrió en Colombia con los paramiltares, alimentados por un discurso "anti-izquierdista" que cercenó la vida de millares de personas, líderes sociales, que pensaban distinto al establecimiento. Así ocurrió con Fujimori en Perú, por lo cual está condenado. 

1 comentario:

  1. En Colombia recientemenne se pusieron bombas en la estatua de Laureano Gómez (con amenaza a su nieto, qien abandonó el país) y de Caracol Radio, también fue asesinado en los 90 el líder conservador Alvaro Gómez, y todo apunta a la "mano negra" que es la ultraderecha compuesta por sectores reaccionarios de la oligarquía y militares ultras.El juego es maquiavélico: le ultra derecha golpea a la derecha clásica para que ésta reaccone y se tome el poder, radicalizándose.

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