jueves, 7 de julio de 2011

CONDENADO CURA QUE VIOLÓ A MENOR

La reciente condena a un sacerdote por violación de un menor en Colombia debe llevarnos nuevamente a pensar en la necesidad de que la Iglesia Católica supere la anquilosada institución del celibato, por ir en contra de la naturaleza y etiología principal de la pedofilia. La pederastia ha sido uno de los lunares más grandes de la iglesia y en numerosas ocasiones han existido casos que son llevados a los tribunales con la consiguiente condena. La Conferencias Episcopal pidió cadena perpetua para los perpetradores, pero ello es insuficiente. Se requiere que se cambie el canon del celibato y los curas y monjas puedan casarse si así lo desean. Ya desde los tiempos de Freud se cuestionaba la institución, pero la godarria eclesiástica del Vaticano -sustentada en el Opus- ha impedido que ello se cristalice, con el daño de por vida de inocentes criaturas. ¿Qué ejemplo puede ser una iglesia con estas características?

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