jueves, 3 de julio de 2014

SE HIZO JUSTICIA EN ALTAS CORTES

La nulidad proferida por el Consejo de Estado contra la elección del Magistrado Francisco Ricaurte en el Consejo de la Judicatura, así como la de Alberto Rojas en la Corte Constitucional (y la que vendrá de Carlos Munar), son inevitables hechos de que sí es posible ejercer la veeduría ciudadana con efectos positivos sobre la moralidad pública. Debo felicitar a los doctores Rodrigo Uprymni y Pablo Bustos (de la red de Veedurías Ciudadanas) por tan importantes demandas, donde se demuestra que ejerciendo la jurisdicción sí se puede demoler la corrupción.  No está bien, en el caso de Ricaurte y Munar, que luego de que él eligiera a los magistrados, fueran ellos mismos los que lo reeligieran en otra Alta Corte, rompiendo mínimos éticos (puerta giratoria). Así mismo, tampoco resulta prudente que una persona acusada de haberse quedado con la plata de una viuda ostente semejante cargo, así haya sido por un tecnicismo jurídico que se tumbó. El tema sigue vigente, ahora más que nunca con la elección de Edgardo Maya para Contralor, pues dos magistrados de la Corte se retiraron y ello enturbia su nominación. Seguramente los dos paladines de la justicia en su condición de veedores estarán haciendo las respectivas demandas. Hay que hacer una reforma constitucional para acabar con esto y que las Cortes se dediquen a lo que saben: impartir justicia, no hacer elecciones de funcionarios.

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