domingo, 23 de febrero de 2014

MILITARES CORRUPTOS


Me dijo el Dr. Ballén, exprocurador delegado de las Fuerzas Militares, que desde hace muchos años las fuerzas militares y de policía manejan a su  antojo fondos reservados para la guerra y que es obvio que han cometido abusos con el erario público. Lo que acaba de suceder con la cúpiula del Ejército y la Policía es la punta del iceberg y comprueba los graves y dañinos efectos de permitir cotos privados de caza a sectores que contaminaron e país con falsos positivos e hicieron de la guerra su modus vivendi. Por ello, la declaración del máximo comandante de las Fuerzas Militares al tratar de favorecer a un militar asesino y preso por ejecuciones extrajudiciales no es de extrañar: el poder civil arrodillado ante los militares, como en una dictadura del Cono Sur, que pensábamos no existía. Democracia de papel. Todo surge en medio de la pelea de la ultraderecha uribista con la derecha santista, donde hay militares de unos y de otros, guerreándose y sacándose los trapitos al sol. Las FFAA colombianas y la Policía, no han sido democráticas. Educadas bajo la férula de la Escuela de las Américas, su prontuario goza del mayor desprestigio fruto de la permanente violación a los DDHH de los ciudadanos. Pero no sólo se precian de ser criminales, ahora también son ladrones, para completar! Si algo no le perdonó la derechona fascista a Pinochet en Chile fue cuando supo el desvío de los dineros del Estado para su familia. Lo aceptaban como asesino y torturador, pero no como ladrón! (Qué moral!). La solución pasa por depurar a fondo estas Fuerzas cuestionadas, reduciéndolas en tamaño y liberando esos recursos para derechos sociales. Con la terminación de la guerra necesariamente guerrilleros de las FARC y el ELN deberán ocupar cargos en la fuerza pública y eso necesitará un manejo del posconflicto mucho más decente de lo que aconteció en El Salvador o Guatemala. Definitivamente, lo que hay no sirve.    ¿De cuál honor militar se habla? 

1 comentario:

  1. Quiero aclarar que hay , sin embargo, miembros de las FFAA o exmiembros que no comparten esta situación y que por la prohibición de deliberar no lo han dicho, pero que lo piensan o lo manifiestan con boca chiquita. En este caso, destaco al Coronel Carlos Alfonso Velásquez, militar aguerrido que denunció lo que hizo el condenado Rito Alejo del Río, razón por la cual es menester reconocerlo. Lo invitamos hace un tiempo a la USTA y señaló los peligros de la seguridad democrática, tal cual estaba concebida. Parece que a mi buen amigo Erik no le gusta lo de la reinserción de la insurgencia en las FFAA una vez se firme la paz. En este caso, creo deberíamos ubicar escenarios más propicios para su reinserción, pues ellos no van a aceptar algo distinto a la justicia transicional. El debate está abierto. El honor militar aún lo conservan aquellos que de manera honesta sí han defendido la ética y la moral públicas. Ellos se sienten muy dolidos con el desprestigio que se ha denunciado por parte de los mass media y del propio gobierno. Lo que está claro es la necesaria reingeniería de las FFAA.

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