jueves, 27 de febrero de 2014

LA OLIGARQUÍA DEL JOCKEY CLUB: DOS CARAS DE UNA MISMA MONEDA


La nominación de Germán Vargas Lleras como candidato a la Vicepresidencia de la República del actual Presidente Santos, es la respuesta por un lado al desdoro de la imagen del General Naranjo por el escándalo de haber apoyado a paras en México en el combate a las mafias de narcos y por otro a la incomodidad que le produjo en estos años Angelino Garzón, que sí supo utilizar la vicepresidencia para hacer política en su favor. Garzón, un traidor de la izquierda, procedió a rechazar la Embajada en Brasil porque quería que Santos lo nominara, como hizo Uribe con Facho Santos, por otros 4 años más. Así no ocurrió. Dos errores de Santos: llevar a alguien de Bogotá, de la más rancia oligarquía, que no le suma, pues sus votos del partidito Cambio Radical iban hacia Santos, en todo caso. Y dos, no buscar una persona de las regiones (un Eduardo Verano, que recogió 2.5 millones de votos para la consulta de regiones, por ejemplo), con lo cual únicamente la presidencia se localiza con figuras bogotanas de clase alta. El pacto Santos-Vargas es yo te elijo, tu me eliges, reeditando el pacto Turbay-López de hace tres décadas (lo que se denominó el turbo-lopismo hoy es el santos-varguismo). Muy extraño en un buen jugador de póker como Santos el que haya optado por este peligroso juego de concentrar todo el poder presidencial en la clase que ha manejado los destinos de la República en 200 años. La estrategia de Santos es hábil: acabará con el partido de la U, obligará a liquidar el partido Cambio Radical de Vargas y fortalecerá su partido de cina, el liberal, con lo cual volveremos al Frente Nacional de los 60s, proscribiendo cualquier avance de sectores alternativos. Lo más triste es que van a ganar para desgracia del Colombia.    



No hay comentarios:

Publicar un comentario