jueves, 16 de enero de 2014
RELIGIÓN Y POLÍTICA: COCTEL INDESEABLE
Muy grave el trago amargo que está atravesando el movimiento político-religioso MIRA (llamado antes Movimiento Independiente de Renovación Auténtica). Primero la madre de la Senadora Piraquive descalifica a los discapacitados como incapaces de ser pastores o "sermonear" porque les falta una falange, o ven mal por un ojo! Se le vino el mundo encima, pues si hay que genere apoyos es la defensa de este sector vulnerable de la población sobre el cual deben aplicarse políticas de diferenciación positiva, no negativa, como lo hace la "pastora". Pero más grave fue el video donde su senador Carlos Baena dijo: "Todos compran votos. Nosotros también debemos comprarlos". Esa sí le da para pérdida de investidura y todas las sanciones de tipo penal y político. Porque los otros lo hagan no justifica que él también incite a su electorado desde el púlpito a actuar en semejante forma punible. Nunca he sido partidario de que grupos religiosos se constituyan en partidos políticos, pues manipulan las conciencias y los bolsillos de los feligreses. Colombia es un Estado laico y las decisiones de los congresistas deberían estar investidas de una ideología similar, que opere dentro del marco de la Constitución y la Ley, no dentro de la metafísica y el creacionismo. No olvidemos que hubo una manifestación contra el matrimonio LGBTI donde participaron en la Plaza de Bolívar todas las religiones y sectas en contra del mismo. Eso sí los une: descalificar el derecho a una opción sexual distinta y al ejercicio de sus derechos. Por eso es que las religiones deben estar en su redil y el estado tener su propio fuero, sin mezclarse. Las teocracias han sido un desastre y no solo desde el Concilio de Trento, sino también de quienes se sienten con la potestad de destituir alcaldes en nombre de Dios, no en nombre de la República. El MiRA se va a quemar en estas elecciones pues no alcanzará el umbral con este escándalo.
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Se está revelando un tinglado de opresión religiosa que va más allá del tradicional uso ideológico de preceptos morales-espirituales como fórmula de dominación política y social por parte de instituciones globales, sectas y pastorales. Como bien lo advierte el artículo, se produce un grave riesgo contra la institucionalidad democrática cuando las sectas religiosas se confunden con partidos o agrupaciones políticas, más aún cuando SE TOMAN entes constitucionalmente encargados de desarrollar política de de DDHH y de vigilar el quehacer administrativo de los funcionarios públicos de acuerdo al Derecho , como acontece actualmente con la Procuraduría General de la Nación. Es inevitable vincular, al menos en el encuentro de violaciones a Derechos Humanos y al pacto democrático colombiano, las oprobiosas discriminaciones e incitaciones al delito por parte de MIRA con esa secta ocultista de carácter ideológico-religioso que regentan el Persecutor religioso-político Alejandro Ordóñez y su equipo de confianza -sus manos derechas- denominada "Restauración Nacional" , sociedad privada de la cual no está clara su naturaleza jurídica. Desde su slogan "Por una Colombia Católica" se despliega más que una sucesión de actos abusivos de poder, un claro ideario político que encumbra preceptos privativos de una única religión sobre los derechos constitucionales del Estado Social de Derecho. ( ver posiciones doctrinarias de RN: http://www.restauracionacional.org/declaracion-de-principios/declaracion-de-principios/) Un Estado Católico en su más conservadora, excluyente e intransigente acepción que incluso obstruye la praxis religiosa de sectores de dicha Iglesia mucho más liberales, que apuestan por un lazo social solidario, diríase humano; ese parece ser el objeto perseguido por esa facción poco conocida pero que ha venido permeando organismos del Estado, silenciosa pero eficazmente. Restauración Nacional cuenta con su "brazo" jurídico, en cabeza del Procurador Juan Carlos Novoa Buendía, el escogido por Ordóñez para desatar la persecución política contra Petro, actividad para-jurídica consistente en el uso de un ente democrático como la Procuraduría con el abuso del derecho y el poder para, desde la religión, privar de garantías políticas a quienes defienden ideales progresistas. Novoa es el presidente de la asociación colombiana de juristas católicos, y de sus escritos se desprenden visiones apologéticas del Derecho que promueven el desprecio a los DDHH integrales. El abuso de la libertad de cultos ( que, como lo demuestra el caso de discriminación que impulsa el artículo en comento) ciertamente lesiona el mismo derecho no sólo a personas que presentan algún estado de discapacidad, sino a la sociedad colombiana y al discurso democrático que nos reúne. Pero, en esa diversidad de cultos, se observa una unicidad de planteamientos políticos con incidencia perjudicial directa de cerradas inclinaciones religiosas sobre el Estado laico. Decenas de iglesias legales promueven el uribismo , el conservadurismo moral , el desprecio a los DDHH y el totalitarismo como agentes componedores de un Estado antidemocrático, ejecutando para ello, planes para-estatales y para-jurídicos que descomponen el Estado social de derecho, activando el discurso religioso como prontuario normativo que suplanta la juridicidad democrática, es decir: que transgrede los fines y principios de la Constitución política vigente. El catolicismo de tipo franquista que , con imposturas leguleyas y talante represivo tratan de imponer los Procuradores-inquisidores espirituales no riñe con otras versiones oscurantistas del Cristianismo conservador. El corporativismo uribista de la pastoral civil "Restauración Nacional" , tan claramente impreso en sus principios, colinda con el uso de creencias y cultos religiosos como arma ideológica de supresión de la democracia...
ResponderEliminarCon todo, no cuestiono los pareceres y propuestas políticas ancladas a planteamietnos religiosos o espirituales-morales, de hecho la historia de las Religiones ha sido la historia del poder, estando de manera más o menos claroscura establecida la articulación de instituciones religiosas en todos los entramados económicos-políticos que ha presentado los cursos de la civilización. De igual forma, algunas luchas contra las injusticias, los abusos de poder, y por la construcción de sociedades más humanas, han tenido asiento en prescripciones ontológicas, culturales y éticas derivadas de discursos religiosos, como en el caso de la Teología de la liberación, del cristianismo revolucionario en sus diferentes actuaciones político-sociales y por la defensa de DDHH en su interpretación sociológica progresista, etc. Lo preocupante ( aunque ya la situación actual comienza a ser alarmante) es la moralización de la política y el Derecho que despoja al discurso democrático de su legalidad, de su garantismo normativo, lo que a su vez conlleva a una para-instiucionalidad que de a poco ha ido cercenando la subjetividad jurídica , vale decir: el ideal de justicia, las garantías del sujeto de derecho y la ciencia jurídica, en aras de un reencauche del positivismo jurídico pretendidadmente aséptico, impuesto al sujeto acríticamente, restándole el derecho a la pelna participación política, a la libertad de conciencia y expresión, y ciertamente, a la libertad de cultos. Con el asalto de la política por la religión, se despeja el terreno a la Pastoral fascista del uribismo que echa mano del posmodernismo político y su presentación variopinta en la aparente pluralidad política y religiosa, para entronizar una única ideología (el gamonalismo en lo público, con su práctica de desaparición y/o desmembración del diferente , a la usanza inquisitorial Católica) en esta estapa de instalación del totalitarismo (legalizado) que apenas comienza a salir de lo oscurito. Uribe, ascendido por History Channel a categoría de "El Gran Colombiano" ( léase, Gran Amo, o Gran Patrón), con todo sus rituales mediáticos y religiosos, entre éstos, el culto a Él mismo instaurado por la secta-política denominada "Uribe Centro Democrático) es el Pastor centralizador de ese pluralismo totalitario que los abogados-pastores del conservadurismo religioso de esa cosa llamada "Restauración Nacional" invasora de entes del Estado, van formalizando con sus desafíos a los Derechos Humanos.
ResponderEliminarMuy parecido el escenario que se dibuja actualmente en Colombia con el desarrollo del fascismo de corte Musoliniano, el que apeló a una suerte de multifoquismo político y cultural para imponer el totalitarismo en Italia; pero también muy parecido al fascismo franquista que, tomando como escudo el Catolicismo reaccionario dio lugar a la política de la muerte, empezando por la guerra contra el libre pensamiento, contra la crítica académica y contra el saber no religioso. Y aún similar al fascismo alemán, que aunque mantuvo un límite con la Iglesia católica instauró su propio culto a Hitler , solventado a su vez en un culto nacional al misticismo. El fascismo es la religión-política de la muerte cuyo posicionamiento ideológico es difícil de precisar allende la fascinación por lo siniestro...y esa fascinación masiva por un Gran Patrón y por un Gran Inquisidor está siendo diseminado por los cultos mediáticos y místicos-religiosos que han ido descubriendo la paulatina toma del Estado por la Gran Pastoral uribista. El derecho canónigo trasnacional o "el derecho divino" como lo imprime "Restauración Nacional" en su doctrina, está resquebrajando el Derecho del Pueblo colombiano (y su sisetema jurpidico estatal). Se trata de una vuelta al iusnaturalismo clerical: el despojo de los derechos del hombre y la anulación del sujeto de derecho. Un derecho religioso y por lo tanto Inhumano. La era de los derechos inhumanos a través de la moralización institucional de la política, del desplazamiento de la política por la religión, es la era de mayor cohesión del fascismo uribista. En el oscuro cuarto de San Alejo de la Procuraduría General de la Nación se revela la toma del Estado por la Pastoral fascista del #Uribismo.
ResponderEliminarMuy grave lo de la evasión fiscal y la justificación de ser la pastora multimillonaria, porque es la papisa!
ResponderEliminarDijo Peces Barba que la miseria humana esta presente en la cultura católica desde Inocencio iii, en el siglo XIII .
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