lunes, 19 de mayo de 2014

HORROR PENTECOSTAL

La muerte por calcinamiento de 33 niños en Ciénaga, que venían de participar en un oficio de la Iglesia Pentecostal, deja además del gran dolor, un profundo clima de indignación por la forma desaprensiva como llevaron a los niños a niñas: un bus sin las condiciones, ni seguridad, ni pólizas, ni nada. El pastor se escapó, pues es buscado por hacer ese contrato con el dueño del bus, sin verificar las condiciones que la ley exige. Pero también es menester pensar qué hacía un número tan alto de infantes en un oficio sin estar -al parecer- acompañados de sus padres, salvo alguna excepción. Creo llego la hora d intervenir esas Iglesias y prohibir que vayan solos los niños a esos oficios, por muy respetables que sean.

1 comentario:

  1. De acuerdo... demasiada confianza en esas sectas religiosas que de sobra han demostrado ser un peligro social. L@s niñ@s NUNCA deben estar sol@s!

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