POLITIQUERÍA EN LA CORTE CONSTITUCIONAL

La elección del señor Rojas como magistrado de la Corte Constitucional deja mucho que desear frente a los magistrados de alto renombre que han pasado por dicha Corporación. En efecto, la elección del Señor Rojas, que estaba cantada con anticipación, obedeció a todo tipo de marrullas electoreras, menos que a la hoja de vida del ungido. El Partido Liberal se prestó a semejante maniobra y para equilibrar la elección pasada -que fue de un conservador- exigió la cuota, como cualquier vulgar negociación en zoco o ventorrillo. No se le conocen ejecutorias, ni libros, ni trayectoria académica; sencillamente, era el apoderado de muchos parlamentarios que pendían de u  proceso para continuar con su curul, y él les ofrecía defenderlos. No digamos los hechos por los cuales eran inculpados, suficientemente conocidos. Es una pena que personajes de la talla del Dr. Alexei Julio, o los otros dos trenados, Martha Lucía Zamora y Linares, que tenían mejor hoja de vida años luz, no hubieran sido escogidos por la mayoría de la Unidad Nacional, que nuevamente reluce más por el afán burocrático, que por la real meritocracia en un cargo de tan importantes responsabilidades.