domingo, 24 de junio de 2012

EL GOLPE A LUGO

Podríamos denominarlo golpe institucional. Le quedaba a la derecha muy difícil hacer lo que le hicieron a Zelaya en Honduras. Fue grotesco. El montaje de los muertos, en un país todavía con el lastre de una dictadura de 40 años, fue un montaje de las oligarquías nacionales para defenestrar a Lugo, quien no hizo ningún gobierno "socialista", sino más bien de concertación con la burguesía, dada su precariedad en las cámaras. Pero como buen cura, aceptó resignado la decisión (monacalmente), en lugar de haber levantado al pueblo contra semejante infundio y a la comunidad internacional, que mira con perplejidad este golpe institucional. Santos debe rechazar el golpe y negar cualquier reconocimiento al gobierno de facto instaurado, pues se violaron todas las garantías del debido proceso.

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