jueves, 18 de agosto de 2011

CONFESIÓN Y ACADEMIA: UNIÓN PERVERSA

Lo que recientemente aconteció en la Pontificia Bolivariana de Medellín es un atentado a los derechos mínimos de un docente. La Decana de Derecho invitó nada más ni nada menos a Robert Alexy para que participara en un pánel sobre aborto, al lado de destacados miembros de la feligresía y la derecha, que es lo mismo. Todos sabemos que el tratadista alemán es partidario del aborto. Lo hizo bien la Decana. Lo que no se sabía era la reacción del Rector de esta institución, el cual procedió a destituirla ipso facto por invitar a un tratadista pro abortista. Semejante desafuero merece nuestra repulsa y contribuye a sustentar aún más el criterio de la perversidad que existe cuando una universidad es confesional, pues admite dogmas de fe y no el libre examen. El que debió irse era el rector y no la valiente decana, que fue echada inmisericordemente.

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