domingo, 15 de diciembre de 2013

PETRO PERDIÓ GANANDO


Perdió con la sanción del Procurador, pero ganó políticamente. La tacada a tres bandas del Procurador le falló y se le devolvió cual bumerang. Varios elementos debemos analizar: ante todo, el fallo estaba cantado. Es cierto, reposó en el escritorio del Procurador varias semanas antes de firmarlo. Jurídicamente podría soportarse en algo que desde el Constituyente del 91 se aprobó y fueron las facultades para el Jefe del Ministerio Público en materia de competencia para sancionar a los alcaldes, incluyendo al de Bogotá (ver pronunciamiento de la Corte Constitucional en el caso de la tutela de la senadora Piedad Córdoba). Lo que sucede es que ninguno de sus antecesores en el cargo había cometido el despropósito de actuar de la forma como lo ha hecho el actual. Quienes se rasgan las vestiduras por el tema competencias, olvidan que durante más de dos décadas el tema pasó sin problema y que más bien lo que reinaba era una actitud complaciente con la clase política en el intercambio de favores. Lo que sucede es que el actual –sin que se haya liberado del intercambio- desembozadamente aplicó justicia selectiva, pues exoneró a personajes de la talla de Ciro Ramírez y otros politicastros y militares, condenados por la jurisdicción penal, y sí condenó a personajes de la izquierda como Piedad Córdoba, Guillermo Asprilla y Alonso Salazar, entre otros. Se dice que está procesando a Iván Cepeda, para sacarse el clavo con Robledo, a quien no pudo inculpar. El Consejo de Estado acaba de anular la sanción contra Ana Isabel Gil, precisamente porque no aceptó los poderes omnímodos de que se presume está investido. La tutelatón ideada por José Cuesta resulta interesante, aunque la línea de cierre está en la Corte Constitucional que ya se pronunció y difícilmente cambiará la jurisprudencia. La reforma a la Ley sí es tema que Santos debería asumir, aunque no lo tengo tan claro, dado que sacar del camino a Petro durante 15 años le abonaría el camino a su amigo Germán Vargas. Creo que el tema de la CIDH resulta por ahora intrincado, dado que tanto Insulza como De Roux han espetado que deberán primero agotarse los recursos internos y para eso falta mucho. Lo que viene es el recurso de reposición y el fallo confirmatorio de Ordóñez, el cual una vez ejecutoriado tendrá la vía contencioso administrativa para ser impugnado. El antecedente de Ana Isabel Gil podría ser el mejor elemento para pedir la suspensión provisional de la medida y es sabido que los Magistrados de las Altas Cortes están muy molestos con Ordóñez porque no ha cumplido con la sentencia según la cual tendría que proveer los cargos de Procuradores Judiciales mediante concurso público de méritos. Esa se la cobran. Así, Petro estaría por fuera unos tres meses a lo sumo, y sería reemplazado por Jaramillo en el entretanto.
Respecto al golpe político, si el propio Ordóñez se lo esperaba. Clamorosas multitudes colmaron la plaza de Bolívar durante toda la semana y especialmente el viernes el discurso de Petro fue elocuente, al victimizarse y generar el apoyo de la inmensa mayoría de la opinión que ven una actitud vengativa y desproporcionada contra un funcionario que intentó aplicar una política para acabar unos monopolios privados usureros. Se pudo equivocar en la planeación, quizá hubo improvisación, pero comparto con Mario Alvárez –exgerente de Aguas Bogotá-que siempre fue bajo la óptica de la buena fe y de la búsqueda del bien para las mayorías, e inclusive de los recicladores. Las conspiraciones denunciadas por Emilia Tapia (contratista corrupto testigo estrella de la Fiscalía) y Oty Patiño (amigo de Pacho Santos) sobre los consorcios privados y de Pacho Santos y el uribismo denotan que todo estaba fríamente calculado para afectar el esquema de política pública propuesto, que me parece más sano del que existía. El baculazo del Procurador recibió el rechazo de tres personajes que no suelen “mojarse” en estos eventos: el Embajador gringo recién nombrado, el Jefe de la Oficina de la ONU en Colombia y el Fiscal General de la Nación, que llegó a adelantar diligencia en el despacho y a calificar de medieval e inquisitorial el sistema (Ya antes había respaldo del embajador Francés). Con uno bastaba, pero que fueran los tres al tiempo demuestra la contundencia del mensaje: se podría afectar el proceso de paz en La Habana por culpa de un funcionario a quien Enrique Santos el periodista tildó de “monstruo”. La denuncia penal contra Ordóñez   por parte de Jorge Molano y otros eminentes juristas habrá que verla, pero en principio veo difícil que prospere, pues el equipo de la Procuraduría tampoco es manco. Me ha gustado mucho el análisis de algunos economistas acerca del denominado fenómeno de las “externalidades” de la política pública. Resulta que hay fenómenos que se escapan a los administradores de la cosa pública cuando se implementa la política, y no por ello necesariamente deben ir a la cárcel o ser sancionados. De lo contrario, César Gaviria estaría preso, pues fue el responsable directo –junto con sus ministros- de la privatización neoliberal que ha afectado a sectores sensibles como el agropecuario, la salud, la educación, el trabajo, la seguridad social, etc. O Santos en la  locomotora minera de la degradación medioambiental. Es un punto a evaluar con más detalle cuando se investigue.
Muchos oportunistas salieron a romperse las vestiduras para reemplazar a Petro y uno fue Mockus el cual reculó cuando supo que estaba inhabilitado porque su esposa en Veedora Distrital. El Ministro Gómez Méndez regañó a Petro por no acatar la decisión e incitar a las masas. Eso me parece una actitud politiquera para frenarlo y por fortuna Petro no “comió cuento”. Llevaron a Petro al agua donde mejor se mueve: la plaza pública, el terreno político puro y sus discursos han recordado al líder Gaitán que fue alcalde destituido y luego asesinado. Muy interesante el manejo dialéctico. Petro manejó bien la psiquis popular. El líder campesino César pachón lo sigue de cerca y ya anunció otro paro agrario. Simoncito Gaviria recibiendo órdenes de papá le dice a los indignados que se pasen al Partido Liberal, demostrando temores ante la nueva fuerza. Fuerza que ve cómo se recortaron las posibilidades de los aspirantes a corporaciones, pues toca suscribir una millonaria póliza de $200 millones para poder inscribir listas y por ello el Partido del Tomate no pudo, como tampoco los campesinos ni otros movimientos pobres. Un Senado vale $5.000 millones y una cámara $2.000 millones. Así están las cosas y el Procurador en eso no interviene y prefiere perseguir a los proabortistas, a los LGBTI y a los ateos y agnósticos.  Por ello le hicieron “besatón” en la Iglesia a donde él va a misa. Las elecciones presagiaban una jornada aburrida de reelección santista, pues Zuluaga no levanta cabeza, y la izquierda está dividida profundamente. Sin embargo, el la coyuntura ha hecho conformar una nueva fuerza que pretende captar el voto de opinión frustrado con los sucesivos gobiernos de derecha que han favorecido a los privilegiados en contra de los pobres. Apoyar el proceso de paz no es apoyar necesariamente la reelección santista. Lo he dicho: hay que eliminar la reelección del presidente, pues se rompió el principio de pesos y contrapesos diseñado por el Constituyente. Me parece ridículo también que Santos proteste contra EEUU y la ONU por sus pronunciamientos. Por qué no lo ha hecho cuando iban a instalar las 7 bases militares, o con las aspersiones con el venenoso glifosato o con el TLC que afectó la agricultura? Dobles morales. Petro deberá aprender también a manejar su inmensa egolatría y a valorar a sus amigos y a la gente capaz que lo defiende, por encima de estar o no en la nómina. También deberá ser más orgánico y más pragmático en el nivel de ejecutorias administrativas. Así podrá ser presidente algún día, de lo contrario no. Por lo pronto, Petro está legitimado en las bases.
   

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