sábado, 31 de agosto de 2013

EL NUEVO EMBAJADOR EN USA

Fruto del debate del senador del Polo Jorge Robledo contra el Embajador Urrutia en EEUU, éste tuvo que renunciar al comprobársele que estuvo manipulando situaciones para quedarse con baldíos en los antiguos territorios nacionales en favor de Riopaila. Santos en lugar de cambiar su actitud de nombrar cuotas políticas o empresariales en cargos diplomáticos, procede a nombrar a Luis Carlos Villegas presidente de los industriales como nuevo Embajador. Es un error garrafal paliar la crisis industrial con el nombramiento de Villegas en la embajada en los EEUU. El mismo no tiene formación diplomática y obedece a caprichos de la cabeza del Ejecutivo. Por lo demás, Santos no denunciará los TLCs con EEUU y Europa. Seguimos en las mismas...

jueves, 29 de agosto de 2013

LA DIGNIIDAD HUMANA

LA DIGNIDAD HUMANA
A  propósito del reciente paro agrícola que el presidente Santos dijo no haber visto (el famoso papayaso), me parece importante hablar de la dignidad humana como epicentro de reflexión.
La dignidad en la antigüedad estaba más ligada a aspectos tales como la excelencia, la reputación, el posicionamiento social o inclusive el “orgullo”. Se suele hablar coloquialmente de “ponerse digno”, cuando algo o alguien disgusta. En Colombia, por ejemplo, se acaba de crear el grupo “los emputados” que recientemente lavaron el frontis del Cabildo capitalino.
Si bien es cierto que con la filosofía antigua se pergeñaban intentos de tratar el tema (Aristóteles, Platón, etc.), es con el iluminismo donde el término adquiere unas connotaciones muy importantes, más ligadas a la condición humana propiamente dicha y clara génesis de los derechos humanos.
La construcción de la dignidad parte de superar las concepciones de castas o exclusión social de determinadas personas o conglomerados, para entrar a valorar el ser como ser en sí mismo, dotado de múltiples atributos y al cual le cabe una ínsita protección desde el entorno, llámese Estado o comunidad.  Para los iusnaturalistas, racionales o míticos, también la dignidad juega un papel trascendental. Pero para llegar a ese tipo de reconocimientos hubo que pasar por múltiples conflictos con grandes cuotas de sacrificios. La teoría contractualista entra a diseñar una estructura constitucional partiendo del pacto inter societatis para construir un Estado todopoderoso (Hobbes) o uno donde se reconozcan esos derechos en la voluntad general llamada ley (Rousseau) o en un escenario de convivencia de sociedad civil con pleno respeto a la propiedad privada (Locke). Los diseños de las Constituciones modernas incorporan este fenómeno constitucional y son relievantes la Francesa y la Norteamericana, entre otras.
La dignidad se desplaza de una consideración meramente formal a una real, de protección del ser humano fruto sí de su consideración como respetable, pero además producto de luchas sociales que generan desde las diferentes ideologías perspectivas garantistas en defensa del humanismo, entrelazado estrechamente a la dignidad.
Las teorías elitistas del poder, que creen a pie juntillas en sociedades estamentales de carácter vertical, donde hay seres de primera, de segunda y de tercera, o lo que Marx llamaba “ejército de reserva” y hasta el lumpen proletariado despreciable para muchos, tienen una fuerte impronta que atacaría la dignidad de la persona. También, desde luego, las doctrinas filonazis que de manera omnicomprensiva ubican al ser humano como masa informe al servicio del Estado, como instrumento no como fin. 
Las instituciones políticas ofrecen constructos que nos abren perspectivas de naturaleza indigna. Uno sería el del servicio militar obligatorio, cuando la persona por principios no quiere portar armas. Si  bien el tema aborda la solidaridad y sus límites, el viejo concepto de Ejércitos nacionales ha dado pie a la profesionalización de las FFAA, que repudia la falta de calidad en el manejo de las operaciones, que seguramente lo veremos dentro de poco con la intervención occidental en Siria, después de las masacres del régimen de  Bachar Al Assad. 
Otro sería el esgrimido por la Plataforma Anti desahucios en España, contra el modelo según el cual cuando la persona se insolventa pierde la vivienda y continúa con la obligación natural durante el término pactado en el respectivo contrato, inclusive siendo perseguida en otros países. Aquí la figura de la dación en pago sería una buena salida. Ya vivimos en Colombia una crisis semejante con el fenómeno del UPAC. Giorgio Agamben en Homo Sacer habla del hombre nudo, como aquel que carece de todo y sólo posee su cuerpo, que debe alimentar, pero no tiene con qué.
Una actitud lesiva de la dignidad sería la lapidación de la adúltera o la infibulación del clítoris, aún practicada en algunas comunidades tribales. Entiendo que hay casos límites como la pena de muerte, el aborto, la eutanasia, el matrimonio gay y la adopción LGBTI, el consumo de drogas psicotrópicas, la experimentación genética, entre otros, temas sobre los cuales la bioética y la neurociencia juega un papel crucial.
Desde 1993 se ha superado la vieja tridivisión de los DDHH, en primera, segunda y tercera generación, partiendo del universalismo de los mismos. Hoy se dice que estos son indivisibles e interdependientes, con lo cual la dignidad se erige en el centro de la protección del ser humano.  Diríamos que la dignidad humana es el fundamento constitucional moderno.
Por ello, la situación del campesinado colombiano se puede catalogar de indigna, merced a múltiples factores, pero también al uso y tenencia desigual de la tierra (el 1% de la población tiene el 43% de la tierra y el 70% el 6% de la misma), a los altos precios de los insumos agrícolas, a los TLCs frente a Estados con fuertes subsidios (yo demandé el TLC con EEUU porque preveía que la crisis se venía, mediante acción popular que no tuvo éxito porque el Magistrado consideró que el Presidente era autónomo para firmar tratados económicos internacionales), a la revaluación del peso (caso cafetero). Hemos visto cómo los productores están botando la leche y los cítricos, porque no pueden seguir vendiendo a pérdida.
El exministro Arias –por cierto la cartera de Agricultura casi siempre la ha tenido el Partido Conservador- manifestó frente al predio Carimagua de 17.000 hectáreas que era para los victimarios y no para las víctimas del modelo. Se robaron el AIS. Y ello sucede en buena parte por la falta de conciencia política de un vasto sector que el día de elecciones prefiere votar por sus verdugos. Empoderar al campesinado para que llegue a los instrumentos del poder, con conciencia crítica y honestidad, sería una buena salida a la crisis. Pero para ello se requiere educación. A eso le apostamos algunos.

Son los campesinos los que nos proveen la comida en las ciudades y están desprotegidos y tratados de manera indigna. Retornarles su dignidad debe ser una tarea que debemos impulsar los demócratas. De lo contrario, el suministro alimentario de las ciudades quedará en entredicho. 

lunes, 26 de agosto de 2013

PARO NACIONAL AGRARIO

8 días completó el paro nacional agrario. Hay un elemento que quisiera resaltar, además de felicitar a la población que valientemente ha enfrentado las políticas neoliberales que tienen postrado el sector agropecuario. Durante los últimos gobiernos siempre la cartera de agricultura se le ha entregado al partido Conservador. El actual ministro es natural de Guateque, Boyacá. Pero este Partido no ha manifestado su mea culpa sobre su responsabilidad directa con la firma de los TLCs lesivos, que yo demandé hace unos años y que el sistema bloqueó y hoy se encuentran en el sistema interamericano de DDHH. Lo importante es reconocer que el electorado conservador principalmente se expresa  en las zonas rurales, hoy víctimas de la expoliación y la miseria, y que es necesario aprovechar el paro agrario para señalar a los culpables de la crisis, dentro de los cuales creo que el principal es el Partido Conservador con sus ministros, que son cuota directa de dicho partido. Los campesinos deben ser conscientes de que se equivocan cuando eligen a sus propios verdugos, pues la burguesía conservadora no va a ayudar al pueblo campesino, sino al contrario: está demostrado que lo engañan y no lo valoran, pese a que son los que alimentan los grandes centros urbanos. Un paro prolongado en el tiempo desabastecería a Bogotá y ahí sí las condiciones de maniobrabilidad del Gobierno serían bien escasas. La presencia de la Fuerza Pública para reprimir las marchas, demuestran que la misma no es amiga del pueblo, sino su enemiga y al servicio de las multinacionales y las potencias. Por fin la gente campesina entiende que solo a través de esta legítima lucha, resistiendo las políticas neoliberales, se puede ejercer una presión para que el gobierno cambie de actitud. Pero ello no se puede quedar ahí, con soluciones inmediatistas o promesas que reiteradamente incumplen, sino que debe tener un componente pedagógico de construcción de conciencia social, que además empodere al campesinado como sujeto político para que cambie la actual correlación de fuerzas en el Estado y no vuelvan a elegir a sus propios verdugos.

lunes, 12 de agosto de 2013

La venta de Isagén

Quiere el Gobierno Santos vender Isagén, cuando es una empresa que genera réditos económicos. Los privados -como pirañas- hacen fila para devorarla. Lo curioso es que sea Uribe y sus amigos los que se oponen a la venta. Santos quiere hacer caja para pagar la reelección. Uribe quiere quitársela. Esa es la pelea entre antecesor y sucesor desavenidos.  Ninguno tiene la razón: Santos porque privatizar Isagén no responde sino a un fin electorero, su propia reelección. Ya lo ha hecho con otras empresas y por ello no sería raro que con esta también. Uribe: porque tiene otro fin electorero, profundizar la crisis para pescar con su nuevo partido en río revuelto. Quiere "dejarse ver" como una paloma anti privatizadora, cuando realmente es neoliberal manchesteriano. El pueblo no es consultado, es un cero a la izquierda.